martes, 25 de noviembre de 2008

DULCE AMORIO

A la sombra de mi mente
acude la luz del amorio.
¿Qué hay de cierto en besos,
qué hay de justo en abrazos?
Auspicios de amargura,
reencuentros hoy perdidos.
Humíllame, órgano palpitante,
tu ritmo aflora el querer
a esa persona, mas la
pared sigue desnuda,
nadie la pinta.
¿Caerá el muro del lamento,
o volverá conmigo su aliento?
Asegura, el beneficio de la duda,
mi enamoramiento.

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